Tenía solo 14 años cuando sintió que la pintura era su destino y con el pasar del tiempo fue buscando ese norte que ahora le permite ver su sueño hecho color. La vida de Alejandro Villalobos está marcada por el arte y el grabado: dos formas en las que él se expresa con mucha soltura.

Al encontrar ese camino compartió el aprendizaje con artistas como Ricardo “Chino” Morales, quien fue su primera guía en la casa del artista durante los años 80. Después de ese tiempo ingresó a la Universidad de Costa Rica empezando desde cero, donde se graduó como especialista en grabado en metal.

Todo ese aprendizaje fue clave para su identidad artística, ya que el conocimiento fue lo que le facilitó crear sus obras con materiales alternativos como pintura para asfalto, polvos metálicos y tintes para madera, que ganaron espacio a las otras herramientas como óleo y acrílico.

“Esa decisión de utilizar estos materiales ya cumple más de 25 años y en todo ese tiempo me he mantenido con la misma creencia de que la originalidad y el sello personal es lo más importante para crecer como artista. Muchas personas que ven mi obra se sienten sorprendidos por la utilización de materiales distintos que al final son parte de mi forma de expresión”, comentó el artista.

APOYO

En su familia siempre ha sentido el apoyo, principalmente de sus hijos y esposa, quienes han estado en todos esos momentos importantes hasta ahora.

“Recuerdo cuando mi hijo tenía 8 años participamos juntos en un concurso de grabado y al final esto se convirtió en una experiencia inolvidable porque él fue parte de mí, de esa vivencia”, recordó el artista.

Villalobos expresó su gusto por la utilización de materiales alternativos que lo han llevado a una propuesta más abstracta, pero tiempo después vio en la naturaleza esa luz que ahora le apasiona. Siente que la naturaleza, el bosque lluvioso y el paisaje son espacios al aire libre que lo invitan a utilizar colores más vivos como el amarillo, rojo y anaranjado.

Esos mismos colores se pueden apreciar en la nueva exposición llamada Fluxus, una colección de 36 obras que se exhibirán en el Museo Calderón Guardia en Barrio Escalante a partir de esta semana.

El artista comentó que para esta nueva muestra se hicieron 64 obras pero al final se escogieron 36 pinturas llenas de vida y colorido.